En Diamond Wipes, la tecnología no es sólo una función de apoyo: es una palanca estratégica. Por eso, cuando su equipo directivo, impulsado por una mentalidad que da prioridad a la tecnología, descubrió Redzone, la decisión estaba clara. La primera línea importaba tanto como los KPI. Al incorporar Redzone, crearon una plantilla conectada en la que los empleados se sentían parte interesada en el éxito de la empresa.
Los resultados fueron inmediatos y espectaculares. En sólo dos o tres meses, la inversión se amortizó. Y lo que es más importante, Diamond Wipes pudo mantener los niveles de ingresos trabajando con 100 empleados menos: una asombrosa mejora de la eficiencia. Para los directores financieros, las cuentas lo dicen todo. Mínimo gasto de capital. Rápido retorno. Alineación cultural y transformación de la productividad en un solo paso.
No se trata sólo de una mejora tecnológica. Es un caso de negocio que se vende solo.
Puntos clave:
Universidad Redzone
