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6 maneras de crear una cultura manufacturera positiva y productiva

En la industria manufacturera, grandes grupos de personas muy diversas tienen que trabajar en cooperación para crear la mayor cantidad de producción posible sin dejar de cumplir los estándares de calidad adecuados. Por ello, una cultura manufacturera que fomente la cooperación y la autorrealización es crucial para el éxito de una organización.

Pero, ¿cómo hacerlo? Desafortunadamente, el primer instinto de muchos directivos es alzar la voz en un intento, en última instancia vano, por obligar a sus trabajadores a una mayor productividad. Esta mentalidad y la consiguiente falta de preocupación por el bienestar de los empleados están conduciendo a una situación en la que, según las previsiones, 2.4 millones de puestos de trabajo en el sector manufacturero quedarán sin cubrir de aquí a 2028. No es la primera vez que escribimos sobre la situación actual.

Una vez que te das cuenta de que el problema existe, la pregunta resulta obvia. ¿Cómo aumentar la eficiencia de una forma que realmente funcione y, al mismo tiempo, fomente la retención de los trabajadores? La respuesta es tan sencilla como compleja: fomentar una cultura empresarial positiva y productiva. Aunque el concepto es bastante fácil de entender, muchos optan por ignorarlo o no saben cómo facilitar su aplicación efectiva. Es una lástima, ya que una cultura empresarial positiva se ha relacionado concluyentemente con una mayor productividad y satisfacción del cliente, una menor rotación de personal y mayores niveles de innovación.

A continuación analizaremos el estado actual de la cultura manufacturera y cómo puede mejorarse haciendo énfasis en el compromiso y la felicidad de los trabajadores de primera línea, incluyendo medidas prácticas que puede adoptar para introducir inmediatamente un cambio positivo.


ENLACES RÁPIDOS

El estado actual de la cultura manufacturera

Todos sabemos que la industria manufacturera se encuentra en una encrucijada. Con una mano de obra que envejece y se jubila a un ritmo alarmante, muchos fabricantes intentan naturalmente contratar a jóvenes generaciones. Sin embargo, la mayoría tiene dificultades para hacerlo, y el responsable está claro: la anticuada cultura manufacturera choca con los nuevos sistemas de valores. Esto se manifiesta de diversas maneras:

Poca o ninguna flexibilidad

  • Muchos trabajadores jóvenes valoran mucho más que sus predecesores de la generación de la explosión demográfica aspectos intangibles como el equilibrio entre la vida laboral y personal, y la autonomía personal.
  • Esto contrasta radicalmente con el modelo más tradicional de la cultura manufacturera, que normalmente rehúye las «ventajas» percibidas, como la flexibilidad de horarios y el tiempo libre.

Falta de comunicación

  • A menudo, la comunicación entre la dirección y los empleados de primera línea puede ser casi inexistente, lo que crea un vacío de información en el taller que conduce a un rendimiento y una moral bajos.
  • A falta de una difusión constante y confiable de la información desde la parte superior del organigrama hacia abajo, los rumores y las medias verdades pueden arraigar.

Reconocimiento mínimo

  • Psicología 101 nos dice que el refuerzo positivo es la forma más eficaz de crear un hábito duradero, y este principio se aplica tanto al lugar de trabajo como a cualquier otro sitio.
  • Mientras que muchos empresarios de otros sectores han adoptado este concepto, la cultura manufacturera sigue rezagada en cuanto al tipo de iniciativas de reconocimiento de los empleados que esperan los trabajadores de hoy en día.

Capacitación inadecuada

  • Sin una capacitación adecuada, los trabajadores pueden sentirse desorientados y desatendidos o, en esencia, como un cuerpo más.
  • Todo ello sin mencionar los riesgos para la salud y la seguridad que entrañan unos trabajadores mal formados.

Si no se resuelven estas cuestiones, seguirá siendo problemático alinear las expectativas generacionales y culturales entre la dirección y los trabajadores de primera línea.

La importancia de una cultura manufacturera positiva y productiva

Una cultura manufacturera positiva y productiva siempre ha sido un motor clave del éxito. Pero el aspecto que debe tener esa cultura ha cambiado drásticamente a lo largo de los años, a medida que las generaciones más jóvenes siguen incorporándose a la población activa. Para crear una empresa rentable, se necesita una mano de obra motivada e implicada, y para conseguir una mano de obra motivada e implicada, se necesita una cultura manufacturera positiva y productiva. Una vez instaurada esta cultura, algunas ventajas resultan evidentes:

Menor rotación de empleados

  • Para permanecer en un puesto de trabajo, los trabajadores de la industria manufacturera de hoy en día quieren mejores horarios, tiempo libre y mayores niveles de autonomía laboral, entre otros factores blandos.
  • En una importante encuesta, el aumento de las horas libres fue la principal consideración entre el 50% de los trabajadores de fábrica que se prevé que abandonen sus puestos de trabajo actuales en 2023.

Aumento de la productividad

  • Cuando la comunicación fluye correctamente, todo el mundo dispone de la información que necesita para tener éxito. Esto permite una mayor eficiencia y un aumento de la productividad.
  • Un metaanálisis de los datos de compromiso de los empleados realizado por Gallup muestra que los equipos más comprometidos son un 14 % más eficaces que los que obtienen las puntuaciones de compromiso más bajas.

Mayores niveles de satisfacción del cliente

  • Los trabajadores más felices y comprometidos tienden a rendir mejor en su trabajo, lo que se traduce en menos errores y en la superación constante de las expectativas de los clientes.
  • La revista Harvard Business Review encontró pruebas estadísticamente significativas que relacionan las mejores valoraciones de Glassdoor para las empresas manufactureras con mejores puntuaciones generales de satisfacción del cliente.

Una cultura manufacturera positiva y productiva puede transformar realmente el funcionamiento de una empresa.

5 formas de mejorar la cultura manufacturera

Ahora que ya hemos hablado de la importancia de una cultura manufacturera sólida, la pregunta es: ¿cómo implantarla en tu organización? Aunque hay varias formas de empezar, te recomendamos que empieces por estas áreas cruciales:

Fomentar la comunicación abierta

  • La comunicación abierta entre todos los niveles de una empresa garantiza que todo el mundo tenga, como mínimo, la información que necesita para tener éxito en su trabajo.
  • De hecho, pecando de exceso de comunicación, se pueden crear las condiciones necesarias para aumentar la innovación tanto en la primera línea como en la dirección.

Invertir en la capacitación de los empleados

  • En su nivel más básico, cuando se capacita por primera vez a un empleado, cuanto mejor lo haga, menos errores cometerá, aumentando así la eficacia y la seguridad.
  • Sin embargo, la capacitación no debe limitarse a la incorporación. Al ofrecer a los empleados oportunidades constantes de capacitación y desarrollo, no solo aumentarás su eficacia, sino también su compromiso.

Fomentar una cultura de mejora continua

  • Que la misión de todos sea trabajar continuamente para mejorar tanto uno mismo como la empresa en su conjunto.
  • Esta mentalidad de crecimiento y mejora continuos es un elemento clave para garantizar la viabilidad a largo plazo de tu organización.

Reconocer y recompensar los logros de los empleados

  • Al menos a grandes rasgos, los humanos son bastante fáciles de entender. En general, nos gusta que nos recompensen por nuestros logros porque, simplemente, nos hace sentir bien.
  • Más allá de la persona que recibe la recompensa, otros tomarán nota de este reconocimiento y se esforzarán por alcanzarlo ellos mismos.

Dar prioridad a la seguridad en el trabajo

  • La Jerarquía de Necesidades de Maslow dice que damos la máxima prioridad a las cosas que afectan a nuestro bienestar físico. Sentirse físicamente seguro en el lugar de trabajo es de suma importancia para la mayoría de los empleados de la industria manufacturera, sobre todo debido a los numerosos peligros que suelen presentarse.
  • Los accidentes también paralizan las líneas de producción, mermando los beneficios.

Siguiendo estas cinco sugerencias, estarás en el buen camino para crear la cultura de fabricación que deseas. Pero estas cinco no bastan por sí solas. Hay un sexto factor que se superpone a los demás y ayuda a facilitarlos: la tecnología.

El papel de la tecnología en la mejora de la cultura manufacturera

El 93% de los millennials considera que la tecnología actualizada es un factor importante a la hora de elegir su próximo puesto de trabajo, por lo que la relevancia tecnológica ya no puede ignorarse ni posponerse. La tecnología, cuando se hace bien y se aplica adecuadamente, puede ayudar a crear una cultura empresarial más unificada y positiva al facilitar muchos procesos beneficiosos:

Comunicación

  • Nunca ha sido tan fácil hacer llegar la información a donde se necesita, gracias a la llegada de tecnologías como los chats, las videollamadas, las @menciones y mucho más.
  • QAD Redzone incorpora todas estas tecnologías y otras para garantizar que la información fluya sin problemas en ambas direcciones, lo que permite a los empleados de todos los niveles rendir al máximo.

Recopilación de datos

  • Vivimos en un mundo impulsado por los datos, y no es difícil ver por qué. Cuantos más datos tengas a tu disposición, más fácil te resultará ver lo que funciona y lo que no antes de hacer cualquier ajuste futuro.
  • Al ofrecer a los clientes una solución integral de nivel empresarial, QAD Redzone recopila datos de todas tus ubicaciones para mostrarte dónde estás rindiendo bien, las áreas de ineficacia que podrían requerir algo de atención y todo lo que hay en medio.

Optimización de procesos

  • Ahora que tienes los datos, es hora de empezar el análisis para optimizar tus procesos y aumentar la productividad.
  • QAD Redzone ha impulsado a los fabricantes a un aumento promedio del 20% en la productividad a través de optimizaciones de procesos informadas por nuestro software.

Conclusión

Es casi imposible restar importancia a una cultura manufacturera positiva y productiva. Las fábricas no consiguen contratar nuevos empleados al ritmo de sustitución de los baby boomers que se jubilan. Incluso cuando consiguen cumplir los horarios, las diferencias culturales y de expectativas entre la dirección y los trabajadores de primera línea pueden dar lugar a ambientes tensos y poco productivos. Por eso es tan importante tener en cuenta estas recomendaciones.

Aunque hay que dar muchos pasos para transformar por completo una mala cultura laboral en una buena, el secreto, al menos hoy en día, es la tecnología. QAD Redzone, con su ágil solución de software y su experimentado cuerpo técnico, abre nuevos caminos para que los fabricantes creen una cultura de fabricación positiva y productiva.