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La crisis laboral manufacturera: Sucedió lentamente hasta que llegó de golpe. ¿Es hora de replantearte tu experiencia en primera línea?

Todos los días, los titulares salpican periódicos, sitios web, blogs y publicaciones sobre la crisis laboral manufacturera. Si bien muchos cruzaron los dedos para que el fin de los beneficios federales semanales por desempleo resultara en una afluencia de solicitantes, la dura realidad es que no hizo ninguna diferencia, y la cantidad de puestos de primera línea sin cubrir implica que quedan pedidos sin cumplir y las líneas de producción están paradas, mientras que la demanda sigue en niveles históricos para muchos fabricantes de alimentos, bebidas y CPG. Entonces, ¿cuándo terminará esta crisis?

No en el corto plazo, según Deloitte, que en conjunto con el Manufacturing Institute publicó un documento sobre la escasez de habilidades en la manufactura. Según su investigación, la industria manufacturera tiene un déficit de unos 500,000 trabajadores calificados en la actualidad, pero esa escasez aumentará a 2.1 millones de trabajadores en 2030. ¿La conclusión? Si pensamos que es difícil ahora, el desafío de atraer y retener a los trabajadores de primera línea solo se volverá más difícil. Mucho más difícil.

Para tener respuestas al problema, primero necesitamos entender… ¿Por qué estamos en esta crisis? El Covid-19 aceleró la irrupción en el mercado laboral manufacturero, pero la causa raíz es mucho más sistémica:

Nuevas opciones: Para los trabajadores de primera línea, las opciones de empleo nunca han sido mayores. Para muchos fabricantes, la perspectiva de la apertura de un centro de distribución de Amazon en la región produce escalofríos: solo en 2020 se contrataron 500,000 nuevos trabajadores de Amazon. Amazon está agotando la mano de obra con un sueldo cada vez más atractivo y beneficios que ahora incluyen la financiación de la educación… Es difícil competir. La economía colaborativa, incluidos los trabajos de viajes compartidos y repartos, continúa creando 100,000 nuevos puestos de trabajo con la promesa de flexibilidad e independencia. En resumen, los trabajadores de primera línea tienen más opciones que nunca y un mal turno hoy puede ocasionar un espacio vacío en la línea de producción mañana.

El gran cambio generacional: Históricamente, el núcleo de la fuerza laboral manufacturera eran los Baby Boomers. Esta generación se ha sentido atraída por la seguridad laboral, un sueldo fijo y buenos beneficios. Son leales y trabajadores, pero se jubilan cada vez más año tras año, y la gran mayoría estará fuera de la fuerza laboral por completo para 2030; el «tsunami plateado» está ocurriendo. Con un cambio hacia los millennials que lideran la fuerza laboral, sus necesidades laborales a corto y largo plazo difieren enormemente y debemos reconocerlas. A pesar de la creencia de que el salario es un requisito principal, lo más importante para los millennials es el crecimiento profesional, una cultura laboral atractiva, la progresión laboral y el reconocimiento.

Un problema de imagen: La industria manufacturera no se percibe como «genial» para la «generación actual». Con una generación que creció entrelazada con la tecnología, salir a una planta con hojas de verificación en papel, 3 carpetas de instrucciones de trabajo y sin identidad digital o forma de comunicarse es una experiencia alienante que refuerza esta percepción. Hasta que los fabricantes puedan comenzar a ajustar esta percepción, atraer a esta próxima generación será un desafío.

En el ojo del huracán, los fabricantes se han apresurado a aumentar los salarios y el «bono de contratación» se ha vuelto omnipresente; lo que comenzó como 500 dólares se ha convertido rápidamente en 1,000 dólares, una carrera hacia el abismo. En lugar de resolver el problema, este es un enfoque de «curita». Nuestra investigación indica que estas medidas no tienen ningún impacto en la retención. De hecho, el Manufacturing Institute acaba de publicar un estudio que muestra que el salario ocupa el puesto 14 en la lista de por qué los trabajadores se quedan en una empresa. ¿Qué necesita el puesto núm. 1? Los trabajadores de la industria manufacturera se quedan cuando disfrutan del trabajo.

No todos los fabricantes tendrán éxito en este entorno, pero los que sí lo tienen están jugando a largo plazo, replanteando e invirtiendo a propósito en la experiencia de los empleados de primera línea. Entienden mejor a esta generación de trabajadores y ven esto como una oportunidad para alinearse con sus necesidades; dignidad en el trabajo, una voz que se escucha, un sentimiento de competencia, la oportunidad de marcar la diferencia, un camino para progresar en la organización y están poniendo la tecnología digital en manos de sus equipos de primera línea como un facilitador que moderniza sus operaciones y diferencia esa experiencia de los empleados. Construir este tipo de cultura requiere compromiso desde la parte superior de la organización y, a su vez, crea un ciclo virtuoso en el que las personas están emocionadas por venir a trabajar; como resultado, se vuelven más productivas y rentables. ¿Es hora de replantearse la forma en que funcionan tus equipos de primera línea?