Descubre las inspiradoras historias de los Rostros de la primera línea: ¡Las estrellas de la fabricación! Leer más
May 22, 2024
En los años sesenta, la industria manufacturera japonesa, y en general la de todo el mundo, experimentaba un gran crecimiento y se enfrentaba a grandes retos. Un ingeniero, Seiichi Nakajima, vio que hacían falta muchas mejoras, empezando por la forma en que los fabricantes enfocaban el mantenimiento de sus equipos y activos.
Empezó a trabajar en la teoría del Mantenimiento Productivo Total (TPM), que es una estrategia dirigida a mejorar la confiabilidad y eficiencia de los equipos industriales. Esta estrategia era única e innovadora, ya que el concepto consistía en presentar a los operadores de los equipos como un colaborador clave en la realización de las tareas de mantenimiento. Esta filosofía pretendía aliviar la carga del personal de mantenimiento, que estaba sobrecargado de trabajo, y contribuir a reducir los tiempos de inactividad de las máquinas. Este concepto se denomina mantenimiento autónomo.
Uno de los componentes fundamentales de la estrategia TPM es el mantenimiento autónomo. El objetivo de este proceso es introducir al trabajador de primera línea en la fabricación como componente clave del concepto de mantenimiento preventivo. Este proceso consiste en formar a los operadores de la línea de producción para que realicen las tareas básicas de mantenimiento de los equipos, reduciendo significativamente el tiempo que se tarda en realizar este trabajo y disminuyendo los tiempos de inactividad. Dar esta responsabilidad a los operadores puede ayudar a descubrir y resolver posibles problemas de los equipos antes de que se conviertan en problemas graves.
El mantenimiento autónomo es un concepto o pilar fundamental del marco del Mantenimiento Productivo Total (TPM). El Mantenimiento Autónomo adopta un enfoque proactivo en los pasos iniciales del mantenimiento de plantas y equipos, situando a los trabajadores de primera línea en la producción como primera línea de defensa en la prevención de problemas en los equipos.
Al implicar a los trabajadores de primera línea en la producción en el cuidado diario de los equipos, se reduce la dependencia de los equipos de mantenimiento formales y se ayuda a comprender qué pasos son realmente necesarios para mantener la correcta funcionalidad de los equipos en toda la organización. Este planteamiento no solo ayuda a prevenir averías y el deterioro de los equipos, sino que puede prolongar la vida útil de determinadas máquinas y activos.
Mantenimiento Autónomo desarrolla una cultura de mejora continua, en la que se anima a los empleados a identificar y ayudar a aplicar iniciativas para mejorar la eficiencia. De este modo, los operadores y los trabajadores del taller participan en el juego y se sienten dueños de la empresa. Y lo que es más importante, aumenta la confiabilidad, la productividad y el rendimiento general. Se denomina mantenimiento preventivo, pero en realidad debería llamarse mantenimiento proactivo.
El mantenimiento autónomo traslada la responsabilidad del cuidado y mantenimiento rutinario de los equipos a los operadores de las máquinas o al trabajador de primera línea. Este concepto proporciona una increíble gama de ventajas, como la mejora de la eficacia general de los equipos (OEE_) y una reducción significativa de los costes operativos. He aquí algunas ventajas significativas de aplicar esta estrategia y este concepto en una organización manufacturera.
El mantenimiento autónomo consiste en un planteamiento estructurado que implica la participación de los trabajadores de primera línea (operadores) en el proceso de realización de tareas rutinarias de mantenimiento para mejorar la confiabilidad de los equipos e inculcar una cultura de mantenimiento proactivo. El Mantenimiento Productivo Total (TPM) consta de siete pasos críticos necesarios para aplicar con eficacia y éxito el Mantenimiento Autónomo. Estos pasos son:
Estos pasos están diseñados para implicar progresivamente a los operadores de primera línea en el mantenimiento de los equipos, fomentando una cultura de atención proactiva y contribuyendo a mejorar el rendimiento general de los equipos. La aplicación de estas medidas exige un compromiso permanente con la formación de los operadores, el trabajo en equipo y un cambio cultural hacia el mantenimiento proactivo. La aplicación y el seguimiento de este enfoque crearán un sistema sostenible de mantenimiento autónomo y proactivo que aumentará la confiabilidad de los equipos, reducirá los tiempos de inactividad y conseguirá una plantilla más comprometida y capacitada.
Como cualquier nuevo proceso y/o filosofía que una organización manufacturera adopta y aplica, el Mantenimiento Autónomo en sí necesita un enfoque coherente y estructurado para seguir siendo una parte beneficiosa de la metodología TPM de una organización. Hay una serie de pasos que pueden darse para crear una estrategia de mantenimiento autónomo estable y sostenible.
Una plataforma de mano de obra conectada como Redzone puede mejorar significativamente la aplicación y la eficacia del mantenimiento autónomo fomentando la colaboración, proporcionando datos en tiempo real y agilizando la comunicación. La premisa básica del software Redzone es la capacitación del trabajador de primera línea. El éxito del mantenimiento autónomo depende de la capacitación de los trabajadores de primera línea, por lo que ambos van de la mano. He aquí las principales ventajas:
Aprovechar el software de mano de obra conectada, como Redzone, permite a las organizaciones amplificar los beneficios del mantenimiento autónomo, creando un enfoque más eficiente, colaborativo y basado en datos para el cuidado y mantenimiento de los equipos.
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